Entendemos por educación diferenciada, separar a las niñas y los niños en aulas distintas, cambiando el método de enseñanza mas no el contenido. Si las niñas y lo niños son diferentes, también aprenden, piensan y quieren demanera distinta. El contenido curricular no cambia, simplemente que, en un entorno separado, la enseñanza se ajusta a las preferencias, necesidades, motivaciones y al estilo de aprendizaje de cada sexo.
Ustedes como padres, saben que cada hijo es distinto, cada hijo es único y cuenta con cualidades, talentos y particularidades que no se repiten de la misma forma en sus hermanos o en sus amigos, pues cada ser humano es único. Que lo mejor es dar a cada hijo lo que necesita según su edad, su madurez, su sexo y su carácter.
Por ejemplo, no duermen en la misma recámara los niños con las niñas, no se les compran los mismos juguetes a los niños que a las niñas y no se corrigen igual a los niños que a las niñas. Como padres, saben de primera mano que las preferencias y necesidades de cada hijo son distintas y se acentúan según el sexo al que pertenecen. Esto es debido al hecho que todo hombre y mujer, aunque sean iguales en dignidad, tienen cualidades propias que la naturaleza da por el hecho de ser hombre o ser mujer, es decir, tener una distinta identidad.
Nuestros profesores afirman que las dinámicas dentro de un salón de clases únicamente de niños, son muy distintas a las de un salón conformado sólo por niñas y esto se ha comprobado en diversos estudios que encontraron que, por lo general, las competencias bajo presión, con campeones y perdedores en un límite de tiempo estimulan positivamente a los niños, mientras que las niñas prefieren los trabajos en equipo donde todas ganen y nadie pierda. Si tratamos de explicar una fórmula matemática a los niños los ejemplos que mejor entenderán serán distintos a los de las niñas. Lo mismo pasa con la lectura pues las preferencias son muy diferentes entre niños y niñas. En efecto, las formas de enseñar, motivar y tratar a cada uno varían.
Un grupo de investigadores adscritos a la Universidad de Michigan estudiaron el rendimiento académico en algunas escuelas católicas separadas y mixtas. Por parte de los varones en escuelas separadas, se detectaron mejores calificaciones en lectura, escritura y matemáticas, que los varones de las escuelas mixtas. En cuanto a las mujeres de escuelas separadas, ellas tuvieron mejores calificaciones en ciencias y lectura que las de escuelas mixtas.